Observaciones frikis de El cuento de la criada

Por fin hemos terminado El cuento de la Criada. ¿Que no lo has visto? ¿Y sigues teniendo amigos? A veces vemos una serie sólo porque la ve tanta gente que te quedas sin conversación si no la sigues. 

Con esta serie pasa menos que con Juego de Tronos, Lost, o Vikings, pero ya que teníamos tiempo empezamos a verla. Y ya queríamos acabarla. 

La serie en sí no ha terminado de gustarme nada. Creo que está sobrevalorada. Es morbosa, lentísima, abusa de los primeros planos y nunca pasa nada. Pero he flipado con detalles sostenibles que van apareciendo a lo largo de la serie. Si no has visto la serie, te copio la sinopsis directamente desde Filmaffinity: 

En un futuro distópico donde se ha implantado una dictadura fundamentalista, una joven se ve forzada a vivir como una concubina para dar hijos a su señor. Tras el asesinato del presidente de los Estados Unidos y la mayoría del Congreso, se instaura en el país un régimen teocrático basado en los más estrictos valores puritanos. Los Estados Unidos de América, desde ese momento, pasan a ser conocidos como la República de Gilead. En esa nueva sociedad, la mayor parte de los valores modernos occidentales han quedado desterrados. La mujer pasa a un segundo plano, siendo prácticamente un objeto cuyo valor único está en sus ovarios, pues hay un problema de fertilidad en Gilead. 

Y lo que a mí me interesa: el problema de fertilidad viene dado por la contaminación, así que obligan a todo el mundo a tener hábitos de vida sostenibles. Vamos a ver cuáles son:

- Compra a granel: bolsas de tela. No hay ultraprocesados, sólo productos naturales: fruta, verdura, y algo de carne o pescado.

Las criadas van a la compra con su propia bolsa de tela

Cogen los productos en cestas. No hay plástico por ninguna parte

Aquí se ven con sus bolsas de rejilla

 

- Cuchilla de afeitar: nada de desechables, usan una de acero inoxidable a la que van cambiando las cuchillas según necesidad. 

- Ropa: esto es una exageración con la que no estoy de acuerdo, pero la idea es tener en el armario poca ropa, y de calidad. 

- Envoltorio de regalo: ha desaparecido hasta el papel de envolver, el celo...Envuelven las cosas en tela, o como mucho en papel continuo marrón. 

- Té a granel: nada de bolsitas monodosis. Y si observas más detalles en la cocina, no verás el plástico por ninguna parte. 

Está claro que la serie muestra una realidad retrógrada y machista con la que no estoy de acuerdo. Pero hace reflexionar: qué fácil es cambiar hábitos "obligando", como cuando prohibieron los CFCs en los desodorantes o cuando prohíban las bolsas de plástico. Hay cambios verdaderamente sencillos, como comprar la fruta o la verdura a granel, o depilarte sin desechables. Pero hay otros que realmente necesitan de la intervención del gobierno. 

¿Qué opinas? ¿Te ha gustado la serie? ¿Te habías fijado en esos detalles? ¿Crees que es posible el cambio sin acción del gobierno?